Se celebran en campeonatos modestos de aficionados, en la cancha del Revellín, en los jueves, y otros días del Adarraga, cantidad de encuentros con bonito espectáculo y en los que se vienen haciendo nombrar jóvenes pelotaris riojanos o de cerca.

La entrada a los festejos es gratuita y se van curtiendo nombres llamados a renovar, suplantar... sin empujar y con resultados, a manistas con nivel un tanto trillado. Es fácil esperar o sugerir relevos y muy difícil ganarlos con méritos contrastados. Pero uno entiende que caras “nuevas” están pidiendo una oportunidad de ascenso. Fácil en teoría y no tanto en la realidad. Por confiar que no quede.

A principios de noviembre, Bilbao, en cartel los riojanos Darío, Untoria, Zabala, que me recuerda al humorista, donjuán y neoyorkino Pete Davidson, en lo físico. No acaban de saltar ese escalón que esperamos. Mediado ese mes en Logroño, Víctor, Zabala y Salaverri, Darío en Echevarri contra Alberdi... ¡Total! Pierden los “nuestros” más de lo que uno quisiera y amargan un poco la ilusión de verlo ¡Ya vendrán tiempos mejores!